La derrota, esta vez de local, caló hondo, porque dejó en claro que el equipo no tiene indentidad de juego. El esquema 5-3-2 de la dupla técnica no funciona, y los jugadores elegidos para dicha estrategia, como los cambios durante el partido, también fracasan.
De los dos carrileros, Mazur se proyectó y la pidió mucho, pero se la dieron poco, y encima, pese a ser uno de los pocos que zafó, fue reemplazado. El otro, Mancinelli, tuvo una muy mala tarde; no marcó ni desbordó. Abajo también vale la pena detenerse en el mal desempeño de Frontini, a quien los rivales los pasaban como en un picado solteros vs. casados; no hay que aclarar para cuáles jugaba en esta metáfora el ex Instituto.
En tanto, Tuzzio estuvo muy inseguro, se creyó que era el pibe de los tiempos San Lorenzo y River y la perdió muchas veces cuando salió jugando solo desde abajo. "Satanás" Páez, por su parte, fue otro de los pocos que zafó, pero falló en el gol de los cornetines al no poder cerrar un pase al área que dejó solo a quien terminó empujándola a la red. Por los errores defensivos la visita pudo ampliar, pero desperdició otras claras ocasiones de gol.
En el medio campo no se elaboraron jugadas claras y otro de los que podía aportar al equipo cuando ya estaba abajo en el marcador, Navarro, también fue reemplazado. Vale la pena aclarar que Coll no es el mismo del torneo pasado y aún está lejos de las expectativas que generó tras el partido con River en la Copa Argentina. Ante Boca Unidos, el 10 se empecinó en querer pasar solito a todos los rivales y terminó perdiendo la pelota siempre. Otro error en esta zona del esquema es la titularidad de Alderete, quien es muy lento, pierde la pelota en situaciones clave y no acierta en los pases.
Adelante, Caballero mostró sus limitaciones de siempre, aunque a su favor, la pelota le llegó pocas veces con claridad. Tuvo una sóla chance en el segundo tiempo mano a mano con el arquero pero quedó muy forzado a la hora rematar al arco.
En cuanto al uruguayo Lalinde, no quedó en claro de que juega. Pareció más un volante que un delantero. Al menos, no se lo vio mal físicamente; mejor que Juan Pablo Pereyra seguro. El ingreso Salmerón fue uno de los pocos aciertos de la dupla Marini - Madero. Al "Pupi" se lo vio enchufado y tuvo una clara en la que remató con vehemencia al arco, pero muy al medio, por lo que el arquero rival terminó despejándola al corner. Habrá que ver si está para los 90 minutos.
Por último, siguiendo con los errores de los DTs, el pibe Vernetti que pide pista a lo loco, estuvo en el banco de suplentes e ingresó recién en el final del cotejo. Pese a los pocos minutos en cancha, se cansó muy rápido, seguramente porque no recibió las indicaciones adecuadas de dónde ubicarse y se la pasó corriendo al divino botón.
Fotos: Agencia Télam
