Oeste hizo poco, casi nada, para igualar el partido. Después del primer gol en contra, siguió con el planteo ultra defensivo, lo que demuestra aspectos que venimos señalando, como las limitaciones en el plantel y en las ideas de juego. Encima, en la primera etapa, Correa -el único delantero que puso la dupla técnica en la cancha- fue expulsado tontamente, por doble amarilla (la segunda por bajar la pelota con la mano). Muy amateur lo del ex Instituto, que encima cuando se fue la cancha hizo el gesto de que hacía frío en el Libertadores de Amérca. Es sabida, y reconcida por propios, la amargura de los hinchas de Independiente, pero Correa no es el ejemplo de un jugador al que le corre sangre caliente por la venas.
Y contra Independiente, la mayoría de los que salieron a la cancha, además de que jugaron mal, poco amor por la camiseta del Verde tuvieron. Como positivo, o no tan negativo, volvió Lemos, quien actuó correctamente, siendo uno de los pocos que puso entrega, y jugó Tuzzio, que fue el mejor en la defensa, pero igualmente cometió un error en el primer gol del Rojo. En fin, quizás el golpe no sea tan duro como la derrota contra Unión de Santa Fe, tras ir ganando 2 a 0, pero en estos días igualmente habrá que seguir trabajando duro en lo futbolístico y lo psicológico para retomar una mejor senda, al menos para no volver a perder, como venía pasando en los últimos cuatro cotejos.
Lemos, de lo poco rescatable de Oeste, en plena acción.
Fotos: Télam
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