A todo eso suma que no está fino en la definición. Y claro, no siempre se puede tener la fortuna de que entre Correa y la meta, como contra Sportivo Belgrano y San Martín de San Juan, partidos en los que ganamos por la mínima diferencia (1 a 0 en ambos).
Justamente, el delantero, producto de ello se ganó la titularidad y en la última fecha contra Douglas Haig de Pergamino (0-0) aportó una mejoría al ataque, aunque asistiendo y con movimientos desconcertantes para los rivales, pero no con posibilidades de gol.
Asimismo, se destaca que, producto de un mejor trabajo defensivo, el Verde no ha recibido goles en las últimas cuatro fechas. Igualmente se siguen cometiendo fallas que podrían pagarse caro con rivales de mejor nivel. En la zona baja sobresale el capitán "Satanás" Paéz por su gran entrega cortando los ataques rivales, pero al jufar siempre al límite pasa lo ocurrido en el último partido cuando fue expulsado.
Más allá de este análisis, es importante aclarar que no contamos con un plantel como para tirar manteca al techo, ni bastante menos, y el buen arranque fue sólo una ilusión de que algo importante podía venir. Pero el barrilete parece que va remontando y con mucho trabajo quizás tome vuelo definitivamente.
Ahora vendrá un de los partidos más difíciles, no sólo porque el adversario será Independiente, y de visitante, sino porque Ferro, que tiene un plantel chico, no contará con sus dos defensores centrales (Páez y Rébola) y César Carranza en la delantera. Igualmente la ilusión de un buen resultado no se pierde y mañana desde la 20.20 Caballito estará frente al televisor para el match más esperado del campeonato. ¡Vamos Oeste!
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